Día 363. Fin de este relato Antártico.

Hace casi un año que comencé esta narración de mi estadía en la Antártica.

Debo decir que por lejos ha sido una de las mayores y mejores experiencias que he tenido en mis 48 años de vida; no sólo en el ámbito fotográfico, sino también en lo  humano,  profesional y personal con «Atman» incluido…. Dirían los versados para referirme a lo íntimo, la esencia, al «ser de uno».

Fue casi un año donde el tiempo, como lo dije en más de una oportunidad, literalmente se congeló, se detuvo…Sin embargo para el resto, el mundo siguió viviendo , avanzando…

Por casi un año viví una realidad, ni buena ni mala, más bien diferente, singular…donde aprendí a valorar y reconocer esos detalles futiles que en otro lugar hubiesen pasado inadvertidos.

Por casi un año y a pesar de la distancia con mis seres queridos, cada día despertaba feliz ( y muy temprano por lo demás jajaja), agradeciendo estar acá y poder a través de mis humildes fotografías construir un relato visual que dentro de lo posible transmitiese esas vivencias y sensaciones que esculpieron mi retina y mi alma…

Así doy fin a mi relato de la Antártica en un año, que lo simbolizo a través de este grupo de pinguinos iluminados por el sol de ocaso…Espero lo hayan hayan disfrutado !!!

Pinguinos de Barbijo en el ocaso.